martes, 17 de noviembre de 2009

Corto diálogo con el encierro, por César G

-¿Sabes qué? Yo te debo algo a vos. A pesar de todo, algo te debo.
-¿Qué decis, pibe?
-Que te debo algo, por más que mi odio por vos sea como el cielo de grande, te debo un Gracias....
-Escuchá, guachín. No tengo tiempo para estar escuchando giladas, aparte, a esta hora es cuando más laburo tengo. Hay chorros que me están esperando, bo... a los que agarraron con un porro encima, asesinos, locos, transas, fijate tengo una banda de esposas ansiosas de raspar muñecas.
-Si, claaaro... Nunca a un político corrupto, a un empresario explotador, a un gatillo fácil ¿No?.
-¿Estás loco, nene? Gracias a ellos debo mi existencia. Pero, ¿para eso querías hablar conmigo?. Mirá, pen... no estoy para que me estén replanteando mi función y mucho menos que lo haga un esclavo mío así que, nos vemos, loquito.
-No, pará. Yo te dije que te quería agradecer algo. No te vayas, escuchame. Es un minuto no más.
-Bueno pero hacela corta ya te dije que hay miles de giles como vos que me están esperando. Y fijate bien lo que vas a decir eh?. Pienso que te debés morir de ganas de volver a caer ante la esencia de una mentira disfrazada a la que ustedes llaman “libertad” o no?. Así que pensá bien lo que me vas a decir, que no no me cuesta nada extender mi dominio sobre tu vida. ¿Estamos? Una firma y te sigo teniendo un par de añitos más. Pero, dale. Quiero ver con qué me vas a salir.
-Aunque me cueste te lo voy a decir, no hace falta que te diga que no aguanto más tu castigo, que ....
-¡Ja! ¡Ja! ¡Ja! Viste qué bien cumplo con mi trabajo. Seguí, seguí, dale que es la primera vez que hablo con un esclavo mío. ¿Decías?
-Te decia que no hay un día que no anhele despegar de tu abrigo, que tu amargura no me incendie, que tu soledad no me sofoque, que tu rutina no me ahogue, que el sufrirte no quiera transformar mis ganas de cambiar en remordimiento. No hay noche en la que no desee hasta el desgarro dejar de sentirte. Cuántas veces tu soledad me habrá robado el sueño, cuántas veces la frialdad de tu mano amagó con suicidarme. Cuántos cortes en mis piernas honran tu crueldad cotidiana....
-¡Ay qué tierno que sos, la verdad me partís el alma!
-La verdad es que vos sos un hijo de re mil p... , bah! De un pu... de un pu... sistema que te usa ¿Sabías, gil? Y me decís esclavo a mí. Pero, ¿ves?... hasta eso te debo. Por vos aprendí a ser sincero siempre; conmigo y con el otro. A pesar de tanta tristeza diaria gracias a vos pude conocer el significado de palabras como conciencia, reflexión, lucha, esfuezo. Por vos pude redescubrirme, pude conocer esa sensación de creer que los sueños pueden ser realidad ¡Te odio! Pero por vos hoy tengo anhelos y proyectos. ¡Te odio! Sí, te odio pero gracias a vos pude aprender a valorar a mi familia. Te odio con toda la inmensidad de mi alma, pero te debo una. Te debo una y tengo que reconocerlo. Aunque tus paredes me ahoguen, aunque tus rejas quieran ahorcar mis ganas de salir adelante, aunque seas uno de los mejores inventos de esta máquina imparable encargada de generar cada vez más pobres, cada vez más exclusión, aunque seas un recolector de marginados, aunque seas la escoba que barre lo que este mundo descarta, ignora y desecha, yo, te debo una. Gracias a la horrorosa experiencia de haberte conocido pude conocer el placer más fructifero que tiene mi vida hoy: leer..... gracias por haberme hecho saber que había algo mágico adentro mío y que estaba desperdiciando por culpa de tus jefes..... Simplemente quería hablar con vos para agradecerte por enseñarme a vomitar con tinta los sufrimientos en una hoja.
Gracias, pero no olvides que te odio.... ahora anda tranquilo... que el capitalismo te necesita.

viernes, 6 de noviembre de 2009

Las chicas del Oeste, por Maximiliano C

Vivo allá en el Oeste, en el barrio Rivadavia y está en la localidad de Merlo. Es muy tranquilo, nada más que la policía molesta mucho. Vienen sin que estemos molestando a nadie, solo para hinchar a los pibes que estamos tomando una cerveza o una Coca y nos rompen a cada rato.

Bueno, cambiando de tema, hay demasiadas mujeres hermosas que no sabés lo que son: flaquitas, bonitas de cara y un buen traste. Pero igual, lo único que me interesa es el corazón que tengan. Quisiera salir y conocer alguna mujer que tenga cariño para darme amor y paz.

Todavía no pude encontrar una mujer así. He conocido mujeres pero no con esa forma de ser que yo quiero para cuando salga.

Bueno, ya escribí bastante. Me voy. Chau

Los días en Cildañez, por Cristopher R

Mi barrio queda costeando la Autopista Ricchieri y Escalada, ahí en Parque Avellaneda. Tiene 8 manzanas, y yo vivo entre Zuviría y Mozart. La mayoría somos de Boca, pero de River también hay muchos.

En mi barrio yo lavaba los coches de unos conocidos: me lo dejaban en la puerta de mi casa y tardaba 15 minutos. Después me iba con el coche a andar por el barrio escuchando música con mi hermano o con mi sobrina. Usaba mucho el Fiat Uno que era el que más me gustaba. Por cada coche me pagaban $10. Así era dos o tres veces por semana, a la misma hora, siempre de 9 a 11.

Para terminar les voy a contar qué música escuchaba: Salsa.

Mi barrio, y la situación de Cáceres, por Mario O


Yo nací y me crié en el barrio Carlos Gardel. Ahí tenemos villa y departamentos; yo vivía en la villa y me mudé a las casa nuevas que están re buenas, nada que ver a lo que era antes. Era todo pasillo y cuando llovía no se podía caminar.

Lo más lindo es la Navidad: se pone re bueno porque se llena de mujeres.

La persona más famosa de mi barrio es Fernando Cáceres. Jugó en River, Independiente, Argentinos Juniors, la selección Argentina y en el fútbol español. Vivió en el monoblock 30 y apenas debutó en primera división se fue. La madre y los hermanos siguen viviendo en mi barrio a pesar que tienen toda la plata prefieren seguir en el barrio.

Mi papá me contó que Cáceres jugaba en los campeonatos de los domingos por plata.

La semana pasada iba por Gaona en su BMW y se le cruzaron dos autos y lo quisieron robar: uno de los pibes le pegó un tiro en el ojo y ahora está luchando por su vida.

Para mi bardearon porque le pegaron un tiro y eso no se hace, porque si vas a robar un auto, robalo, pero nunca le pegues un tiro a nadie.

lunes, 2 de noviembre de 2009

Manifiesto del excluido, por César G

Yo quiero un país de músicos
Yo anhelo un país de poetas
Yo ansío un país de artistas
no un país de caretas.

Yo deseo un país sin humo
Yo sueño un país sin mugre
Yo imagino bosques verdes y agua clara
donde en las mentes el sol alumbre

Yo propongo reflexiones profundas
Yo planteo problemas cambiados
Que sufra el que no ayuda
Que el loco sea el sano

No un país de dictadores
No un país de forasteros extranjeros
No un país de explotadores
Ni su raza milenaria
Ni su fuerza indestructible.

Yo quiero un país de buenos
Yo apoyo un país de coherentes
Yo voto un país de alumnos
Yo sigo un país de hermanos
Yo ayudo a un país de grandes
Yo confío en un país sin alambres;

No en uno esclavizado
No en uno sometido
No en uno amenazado
No en uno traicionero
No en uno entristecido
No en uno sofocado, apurado, exagerado
No en uno resignado
No en uno confundido
No en uno disfrazado
No en uno corrompido
No en uno maniobrado
No en uno sin esperanza.

Se armó el gimnasio en la 21, por Miguel Ángel C



Hola me llamo Miguel Ángel C. En este momento me encuentro privado de mi libertad en el instituto Agote.

Quería contarles que me dijeron que en mi barrio pusieron un gimnasio de boxeo, y cuando salga me gustaría conocerlo para entrenar.

Está ubicado en la Villa 21, Tres Rosas. Tiene un ring re bueno, un par de bolsas y te dan guantes y vendas gratis.

Siempre me gustó ver las peleas de Jorge “Locomotora” Castro por televisión y me gustaría mucho aprender el deporte.

Me contaron que se escucha mucha cumbia y que se entrenaron más de 160 pibes de mi barrio. Bien ahí.